METALES
NÍQUEL
CLASIFICACIÓN:
PROPIEDAD MÁS IMPORTANTE:
El níquel es un material dúctil, por lo tanto, presenta una prolongada zona de comportamiento plástico.
En la zona de comportamiento elástico, los alargamientos y tensiones son proporcionales según la constante del Módulo Elástico. Para el níquel, el Módulo Elástico= 21.000 kg/mm2, aunque varía sustancialmente según la temperatura.
La resiliencia (que es la capacidad de un material de absorber energía elástica cuando es deformado y de cederla cuando se deja de aplicar la carga), para el caso del níquel (15 kg/mm2), mientras se encuentra trabajando en la zona elástica. El níquel, al ser un material dúctil, tiene la capacidad de absorber una buena cantidad de energía antes de que deformaciones y esfuerzos no tengan una dependencia lineal.
El níquel, como se ha dicho, tiene una prolongada zona plástica al ser un material dúctil, lo cual es muy importante para que sea un material que pueda ser sometido a procesos de fabricación mediante el estiramiento en forma de láminas e hilos, dadas las propiedades plásticas de deformación del material.
El níquel tiene buenas propiedades de tenacidad (Límite de Rotura: 47 kg/mm2), que es la capacidad de absorber energía en la zona plástica (tras superar el límite de fluencia) y seguir deformándose sin romper inmediatamente como si fuese un material frágil.
El níquel puede ser estirado en planchas o en hilos, con mayor o menor dificultad según condicionantes de temperatura, tratamientos térmicos, y la presencia o no de determinados elementos de aleación.
Un elemento muy perjudicial para el níquel es el azufre (S). La presencia de azufre hace que las propiedades mecánicas de dureza del níquel o sus aleaciones se vean reducidas. Es por ello, que en determinadas condiciones sea necesaria someter a las aleaciones de níquel a un proceso de desulfuración.
La dureza, que es la resistencia que presenta un material a ser rayado, no es muy elevada en el caso del níquel, ya que éste puede ser rayado sin excesiva dificultad. En la escala Mohs tiene un 5 sobre 10 (110 HB en estado puro), aunque estos valores varían bastante según la aleación de níquel que se trate y de los elementos de aleación presentes.
Otros factores a tener en cuenta son la capacidad de estricción, entre 50% y 75%, y el alargamiento a la rotura, entre 30% y 65%.
Por último, se debe mencionar la enorme importancia de la temperatura en las propiedades de la mayoría de las aleaciones de níquel donde, en general, un incremento en la temperatura supone una reducción de los límites de resistencia. No obstante, existen ciertas aleaciones de níquel llamadas termoelásticas, las cuales ofrecen unos valores altos de los coeficientes de elasticidad, incluso a altas temperaturas.
El níquel es uno de los metales más famosos por utilizarse en la fabricación de monedas en distintos países.
Su apariencia es semejante al cobre e incluso sirve como aleación.
Actualmente se está convirtiendo en una reserva de valor debido a que su demanda va en aumento.
2) BATERÍAS Y PILAS RECARGABLES
Gran parte de las baterías que se compran en las tiendas se construyen con níquel.
Su nivel de alcalinidad es muy elevado, al igual que su reacción química, permitiendo generar bastante corriente.
Es una aleación de dos metales de transición, siendo el níquel y el titanio los protagonistas. Como resultado, se genera un fenómeno de efecto térmico de memoria muy utilizado en la robótica.
Por otro lado, también existen aleaciones que generan superplasticidad, y se emplea en los crisoles de laboratorios químicos.
Al igual que ocurre con otros metales de transición, el níquel es un efectivo catalizador de reacciones.
Uno de los más famosos de todos es el níquel Raney, una preparación que se produce al hacer una aleación de níquel, aluminio e hidróxido de sodio.
Este compuesto logra catalizar la adición de hidrógeno a elementos orgánicos que reciben el nombre de alquenos.
Es una herramienta muy útil para los químicos orgánicos que requieren sintetizar de forma precisa compuestos complejos.
10) HIDROGENAR ACEITES VEGETALES
Gracias a sus aplicaciones como catalizador, se usa el níquel para hidrogenar aceites vegetales.
Se trata de un proceso químico donde los aceites se transforman en grasas sólidas.
Aunque se utiliza el hidrógeno como elemento principal, el níquel cumple un papel indispensable en el proceso.
El níquel es liberado al aire por las plantas de energía y las incineradoras de basuras. Este se depositará en el suelo o caerá al reaccionar con las gotas de lluvia. Normalmente se necesita un largo periodo de tiempo para que el níquel sea eliminado del aire.
El níquel también puede terminar en la superficie del agua cuando forma parte de las aguas residuales.
La mayor parte de todos los compuestos del níquel que son liberados al ambiente serán absorbidos por los sedimentos o partículas del suelo. En suelos ácidos, el níquel se une para llegar a ser más móvil y a menudo alcanza el agua subterránea.
Altas concentraciones de níquel en suelos arenosos pueden dañar a las plantas y altas concentraciones de níquel en aguas superficiales puede disminuir el rango de crecimiento de las algas.
Microorganismos pueden también sufrir una disminución del crecimiento debido a la presencia de níquel, pero usualmente desarrollan resistencia al níquel.
Para los animales el níquel es un elemento esencial en pequeñas cantidades. Pero no es sólo favorable como elemento esencial; puede ser también peligroso cuando se excede la máxima cantidad tolerable. Esto puede causar varios tipos de cáncer en diferentes lugares del cuerpo de los animales, mayormente en aquellos que viven cerca de refinerías.
Se desconoce si el níquel se acumula en plantas o animales.
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